La entrada en vigor del nuevo sistema de cotización por ingresos reales para los 3.2 millones de autónomos afiliados al RETA se retrasará hasta enero del 2023, a su vez se introducirá un periodo transitorio de diez años para su total implantación y para que los trabajadores por cuenta propia que tengan que abonar una cuota superior dispongan de un plazo más extenso de adaptación.
El cambio planteado por la Seguridad Social podría llegar a excluir a la mitad de los trabajadores por cuenta propia y supondría una subida de cuota para otros 700.000 autónomos. Hay que destacar que el autónomo va a poder seguir eligiendo desde el 1 de enero de 2023 su base de cotización presuponiendo su rendimiento neto y luego se tendrá que regularizar su situación en 2024.
En cuanto a los tramos flexibles propuestos por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, el nuevo sistema partirá de 13 tramos para facilitar la máxima flexibilidad a cada trabajador, cuantos más tramos tenga cada trabajador, existen más posibilidades de adaptación a su capacidad de pago.
La flexibilidad será temporal ya que cada trabajador autónomo podría elegir provisionalmente su base de cotización en función de previsiones de rendimientos, con la posibilidad de modificar su elección varias veces a lo largo del año.